La Vitamina C es un fuerte antioxidante, el cual neutraliza radicales libres causantes de muchas enfermedades. Estos radicales son electrones libres producidos por productos químicos, luz solar, ozono, humo de cigarrillo, ciertos aditivos, oxígeno etc. Se ha demostrado científicamente que la Vitamina C ayuda a prevenir el cáncer, aumenta el nivel de inmunidad, previene la arterioesclerosis. Coadyuvante en el tratamiento de reducción de colesterol. Además, es necesaria para el crecimiento de los tejidos, el buen funcionamiento de las glándulas suprarrenales y para tener encías sanas.
Un suplemento diario de 500 a 1000 mg de Vitamina C ayuda a reducir los niveles de presión arterial en pacientes hipertensos. “La Vitamina C podría proporcionar a los médicos una nueva vía para normalizar la presión arterial, sin la necesidad de emplear medicamentos, con el consiguiente ahorro económico y de efectos secundarios” asegura Balz Frei, director del Instituto Linus Puling, de la Universidad de Oregon, en Estados Unidos y uno de los coordinadores del trabajo. Según un estudio publicado en el “Journal of the American College of Cardiology”.