La flora intestinal se altera por varios factores; el más frecuente es el consumo de antibióticos ya sea formulado por el médico o por automedicación, por acción de otros medicamentos, por estrés, por tratamientos de radioterapia o quimioterapia, por inmunodepresión, malos hábitos alimentarios, etc. Los probióticos conforman la flora, también llamada “Microbiota Intestinal”, la cual es un complejo ecosistema inmensamente rico en diferentes especies microbianas y en altas cantidades de las mismas. PROBIÓTICOS contiene las cantidades de microorganismos suficientes que, tomados en la forma recomendada, restablecen la flora intestinal, para lograr el equilibrio necesario y tener una buena salud. Hay que mencionar que para ser considerado probiótico una bacteria tiene que sobrevivir el medio fuertemente ácido del estómago y colonizar el intestino delgado y grueso. Entre las principales acciones benéficas de los probióticos se tiene la modificación de la flora intestinal evitando la colonización patógena, previene el desequilibrio de la flora intestinal, reduce los casos de diarrea y la duración de la misma, modula la inmunidad al evitar la translocación bacteriana, mantiene la integridad de las mucosas, favorece la acción protectora del tracto digestivo previniendo infecciones entéricas y gastrointestinales, disminuye sustancias carcinogénicas como los nitritos y las nitrosaminas, disminuye el colesterol, produce vitaminas ( B2, B6, Biotina, Vit.K), así como produce sustancias antimicrobianas, etc.