Si la alimentación es variada y equilibrada, pocas veces será necesario tomar complementos vitamínicos; estos no pueden sustituir a los alimentos naturales porque no contienen nutrientes energéticos y porque carecen de fibra. Para la mayoría de personas,el problema no es la falta de vitaminas en el organismo sino el exceso de calorías, grasas, azúcares y sodio, generando un desbalance nutricional. Pero hay ocasiones en que sí se requieren.Por ejemplo: Los bebés necesitan Vitamina D y las adolecentes embarazadas que aún no han terminado su etapa de crecimiento, suelen necesitar complementos polivitamínicos y de minerales; en general, a todas las gestantes se les aconseja tomar suplementos de Ácido Fólico. Las personas que ingieran menos de 1600 calorías diarias durante períodos largos, posiblemente necesiten compensar la insuficiencia de vitaminas. Algunas de las enfermedades hereditarias afectan el metabolismo de las vitaminas, los trastornos intestinales crónicos, las intervenciones quirúrgicas y ciertos tratamientos prolongados pueden hacer necesarios los complementos vitamínicos y de minerales.