El cartílago que funciona como amortiguador en las articulaciones para evitar rozamientos y contacto directo de hueso con hueso, está formado principalmente de mucopolisacáridos, los cuales están constituidos por cadenas largas de derivados de la mucosa, como la Glucosamina, la cual también contiene el aminoácido glutamina. La cantidad disponible de Glucosamina en el organismo es determinante en el ritmo de formación de mucopolisacáridos. La osteoartritis, un tipo común de artritis que afecta a casi todas las personas mayores, se presenta cuando el grado de destrucción del cartílago sobrepasa a la formación de un nuevo cartílago.
En consecuencia, la destrucción del amortiguador cartilaginoso causa dolor y disminución de la movilidad de la articulación. Como el ritmo de fabricación del cartílago está determinado primeramente por el ritmo de producción de mucopolisacáridos, la administración de cantidades suficientes de Glucosamina puede nivelar el desbalance a favor de la producción de mucopolisacáridos y detener o posiblemente revertir la pérdida del cartílago.